La aplicación de la homeopatía a las plantas y a los suelos no consiste solo en utilizar remedios diluidos y dinamizados como son los remedios homeopáticos.

El sentido, el porqué, de estas aplicaciones se entiende cuando se comprende el concepto de salud que aflora del método terapéutico que conocemos con el nombre de HOMEOPATÍA. Este método, que nace a finales del s. XVIII, inicialmente dirigido a las personas, actualmente se utiliza también con los animales, las plantas e incluso en ecosistemas complejos, como son el suelo o una finca agraria entera.
 

Uno de los conceptos clave de este método es entender la enfermedad como un desorden en la fuerza vital del individuo, que se traduce en la manifestación de todo un conjunto de síntomas. Así lo explica un Manual Práctico de Cultivo Hortícola:

“Cada vez que un vegetal se encuentra en un estado patológico a causa de influencias ambientales desfavorables y sus tejidos ya no gozan de suficiente energía vital para luchar contra el mal, la desorganización comienza. Los parásitos que crecen sobre los vegetales enfermos no son la causa del mal, sino que son simplemente el efecto.”

¡Este libro recoge la experiencia de los veinticinco principales horticultores de París, y fue publicado... en 1844!

¿Cómo hemos podido perder tanto el hilo de este pensamiento? ¿Cómo hemos llegado a la manera actual que tenemos de tratar las plantas y sus enfermedades? Las consecuencias de esta gestión son muy graves, tanto para las plantas como para el suelo.